Que amargo es besar a una persona cuando se está pensando en otra... La luna brilla sobre nosotros, las estrellas son nuestros mudos testigos. El viento mece mi cabello con suavidad mientras aquel cuerpo aprisiona el mío contra la dura y fría pared. Su mirada arde en deseo mientras dos manos torpes y algo nerviosas me acarician. Temen romper mi piel, como si todo mi ser estuviese hecho de fino cristal. Rodeo su cuello con mis brazos de forma casi automática, inconsciente, mientras mis labios buscan los suyos en medio de la oscuridad. Caricias movidas por nada más que la inercia del momento. Lo beso, lo acaricio, me aferro a su persona de modo casi desesperado. Nada. Proseguimos. El ritmo acelera, sus pasiones aumentan, todo se hace cada vez más rápido. Me abraza más fuerte, me acaricia con más deseo y me besa con mayor impulsividad. Sin embargo, mi propio instinto sigue sumergido en un inquebrantable letargo. Seguro que a estas horas, mientras yo me entrego a un incógnito, tú duermes plácidamente entre los pliegues etéreos de tu cama, o te abandonas al dulce ritmo de la música, saboreando una a una las envolventes notas que te hacen abstraerte de este mundo terrenal. O quién sabe si sólo estás aburrido, cortando las aguas con el filo de las piedras. Pero estés haciendo lo que sea que estés haciendo, tus pensamientos están muy lejos de mí, atrapados por los eslabones de la cadena más débil y floja, que pese a todo es capaz de sujetarte con mayor fuerza que la que puedan tener mis brazos, los cuales en este momento rodean el cuerpo de alguien más.
Mood: Pensativo Listening: Amélie - Comptine d'un autre été L'après
Se rompió el silencio a las 1:36 a. m.
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