ADVERTENCIA: Gore, Horror.
La autora de este blog no responde por consecuencias psicologicas que pueda traer esta historia en niños pequeños o personas sensibles
La cancion
Una mujer recorria aquella calle a paso moderado. Un paraguas marron cubria su cabeza y vestia una formal tenida del mismo color. Seguro volvia de hacer la compra en un supermercado aledaño a aquella transitada via del centro. Todos los locales abiertos, con enceguecedoras luces, enormes carteles y luminosos escaparates.
Tienda de Antiguedades
Un viejo letrero de madera pintado se lucia sobre una puerta. En su escaparate se podian ver las cosas más extrañas e insolitas que hayan podido estar a la venta. Otras cosas recordaban a la casa de la abuela, los almuerzos dominicales de antaño y el reloj de pendulo que hace que los nietos se detengan a mirar, con curiosidad. La mujer decidio entrar.
-¿Que puedo hacer por usted?, señora?-.
Un viejo, de al menos unos 68 o 70 años, estaba sobre un meson, con una caja de herramientas y pilas de despertadores que, como minimo, databan de los años 30.
-Solo estoy mirando, muchas gracias- dijo ella cerrando su paraguas.
La tienda estaba llena de repisas, a su vez llenas de objetos, pero un objeto capturo la atencion del la clienta. Al ver sus pequeños ojitos de carey negro, supo que la queria.
-Quiero esa muñeca musical que tiene en la repisa-.
El viejo se volvio y vio la muñeca señalada. Pero su actitud no era la de un viejo normal. Tomo la muñeca como si se tratara de un artefacto explosivo y se la ofrecio algo atemorizado a la mujer.
-Son cinco mil nueve- dijo tembloroso.
La mujer pago, el viejo, con el mismo trato echo la muñeca dentro de la bolsa de plastico y con un aire de temor dijo:
-Vuelva pronto-.
Finalmente llego a su hogar. Encendio las luces y pese a vivir sola desde joven, saludo a una familia que no tenía. Saco la compra del día y luego de guardarla en sus despensas, tomo la bolsa y saco la muñeca. Pero por alguna extraña razon, por mas que le diera cuerda la muñeca no sonaba.
Resignada, dejo la muñeca sobre su velador y se disponia a arreglarse para dormir, pero cuando salia de la habitacion parecio que algo anduviera mal. Se volvio casi involuntariamente para mirar la muñeca. Se fijo en un detalle extraño, sus ojos parecian de verdad observarla. Se acerco instintivamente y se dejo caer en aquellos ojos negros, pequeños, pero a la vez profundos. Entonces sucedio.
Comenzo a separarse del mundo real, su mente comenzó a dejarla y a dirigirse a una nueva dimension. Y como si se tratara de miles de explosiones, una serie de imagenes comenzo a proyectarse en su cabeza. Imágenes horrorosas, que jamas podría haberse imaginado antes. Imagino muertes, desmembramientos, decapitaciones, sangre que saltaba de la carne y que a su vez saltaba de los huesos, una gran cantidad de cuerpos irreconocibles, desviscerados en medio de un mar de sangre, entre cabezas de niños, bebes, adultos, jovenes y ancianos. Todos con algo en comun: una horrible y sangrienta condición de cadáveres. La mujer sintio como todo subía haciendo presion en sus sienes, proyectando como clavos las imagenes en su mente. Sentia como si fueran reales, por lo que empezo a desesperarse y dar gritos desgarradores, pero al parecer nadie la oia. Y mientras mas gritaba, parecía causarle dolor, la temperatura subía hasta derretirla viva y el aire comenzaba a corroer sus pulmones por dentro. Hasta que los vasos sanguineos de su cerebro cedieron a aquella ilusion macabra y estallaron dentro de su craneo. La sangre atraveso sus tejidos fluyendo horrorosamente fuera de su craneo a traves de sus ojos, nariz y boca. En medio del charco de sangre, sus ojos blancos no dejaban de mirar los ojos dulces de la muñeca, cuya melodia había comenzado a sonar…